miércoles, 11 de enero de 2012

Uso y conocimiento de plantas medicinales en la comunidad de Agua Caliente, municipio de Apazapan, Ver.


Uso y conocimiento de plantas medicinales en la comunidad de Agua Caliente, municipio de Apazapan, Ver.

Mónica Pamela Tapia Vildósola



Este escrito es un breve informe acerca del trabajo realizado en Experiencia Educativa Recepcional. El tema   de interés fue el de “Uso y conocimiento de plantas medicinales en la comunidad de Agua Caliente municipio de Apazapan, Ver.;” con el cual obtuve el título de licenciada en Antropología Social.

El objetivo principal de la investigación fue el de explorar la comunidad, crear empatía e interactuar con los habitantes de la misma, así como aplicar algunas técnicas del método etnográfico: observación, entrevistas, grabación y trascripción de las mismas, encuestas, diario de campo, registro fotográfico, además de una revisión bibliográfica, para hacer el rescate del “uso y conocimientos de las plantas medicinales”; las entrevistadas fueron en su mayoría mujeres; la muestra fue seleccionada bajo los siguientes criterios: 1. Que fueran mujeres; 2. Que fueran madres, 3; A partir de los 25; 4. Que practicaran la medicina tradicional. Ya que de acuerdo con Menéndez (1983:32), la investigación socioantropológica ha demostrado que es la mujer la que desempeña el papel de esposa/madre/curandera, ya que es la encargada de realizar la mayoría de las actividades del proceso salud/enfermedad/atención, como son: diagnosticar, aplicar los primeros tratamientos, y cuidar al enfermo; además de esto, cuando se recurre al auxilio de la medicina alópata, es la mujer, la principal y más frecuente informante del médico y del antropólogo. La actividad del padre dentro del proceso de salud/enfermedad/atención, es limitado, ya que dicho proceso forma parte del rol de la mujer debido a las cuestiones de género y la división del trabajo. En el caso de Agua Caliente no hay centros de salud, clínicas, farmacias, ni médicos o enfermeras, y es por ello, que las mujeres se encargan de lo antes mencionado. Sin embargo, todo esto ocurre en la familia, la cual es una institución en donde se articulan características económicas, políticas, sociales, culturales y religiosas en relación al proceso salud/enfermedad/atención  relación con las plantas medicinales.

La intención de este informe fue demostrar la importancia de la medicina tradicional, principalmente las plantas medicinales en el transcurso del tiempo y que en este lugar, éstas sí son utilizadas para sanar la enfermedad. En este sentido, fue importante elaborar un breve recetario para rescatar el uso y conocimiento de las plantas medicinales, en el cual se vieran reflejados los conocimientos de las mujeres de Agua Caliente, con ayuda de la señora Lucía Pérez de Campos (doña Luci) y otras informantes.

El tema se enmarca dentro de los estudios de la antropología médica, que es una rama de la antropología que se encarga de estudiar el proceso de saludenfermedad-atención en la diversidad de los procesos históricos dentro de las sociedades. La medicina tradicional en México se practica desde tiempos prehispánicos; sin embargo, durante la II Guerra Mundial la antropología médica en México, surge por el interés sobre la enfermedad y el accidente a partir de la perspectiva sociocultural.

Según Aguirre Beltrán (1986:7), “el interés de los antropólogos por la medicina fue subproducto de sus labores etnográficas. En el curso del trabajo de campo y al describir las formas de vida de las comunidades indígenas y rurales, las cuales acumularon un gran número de datos sobre patrones de conducta en lo que hace a aspectos tan variados como el parentesco, la economía, la religión, el arte, los valores y otros aspectos de la cultura. Entre otros rasgos les llamaron la atención las ideas y prácticas, generalmente ligadas a las concepciones religiosas que tienen los pueblos estudiados, sobre la causalidad de las enfermedades y su manera de tratarlas. Estas ideas y prácticas son las fuentes donde tuvo nacimiento la antropología médica...”.

Desde otra perspectiva, Yadira Álvarez (1988:6), menciona que “La antropología como una especialización de las ciencias sociales debe tener presente el contexto sociocultural que modela el proceso salud-enfermedad. La cultura es una integración que funciona como una unidad y que las partes separadas se interrelacionan continuamente unas con otras. La cultura es un patrimonio estructural que se correlaciona más estrechamente con el tratamiento de toda persona que se encuentra dentro del proceso saludenfermedad, y está a su vez, dependiendo de la alternativa que proporcionan las plantas medicinales, como parte integrante de su contexto sociocultural”.

Para realizar dicha investigación fue necesario recurrir a la etnografía como parte del trabajo antropológico y como estrategia metodológica, en la que se escogen y combinan una série de métodos y técnicas: cuestionarios, entrevistas, grabación, transcripción, registro fotográfico, diario de campo, mapas, investigación documental, observación directa y participante, descripción, interpretación, recolección de plantas medicinales, visión emic y etic. Para Lozoya 81989:28), la medicina tradicional es entendida como “el conjunto de conocimientos, creencias, prácticas y recursos provenientes de la cultura popular, de los que hace uso la población del país para resolver en forma empírica algunos de sus problemas de salud, al margen o a pesar de la existencia de una medicina oficial e institucionalizada por el Estado”.

  Indudablemente, y debido a la importancia de la medicina tradicional dentro de los grupos étnicos, comunidades indígenas rurales, o en zonas urbanas, tenemos que ver a la medicina como una manifestación de una cultura o pueblo, y una relación social, (médico-paciente-terapéutica), ya que de acuerdo con Carlos Viesca (1998), en busca del alivio, el enfermo acude con alguien que su comunidad acepta como médico; si él acepta atenderlo, se crea una relación estructurada culturalmente de confianza y dependencia por parte del paciente y sobre esto y por medio de procedimientos el médico llega a un diagnóstico;  una vez elaborado, se crea un acuerdo entre el médico, el paciente y familiares para establecer la terapéutica del paciente, que incluye, medicamentos, baños, masajes, cambios en los hábitos del paciente, etc.

Cada grupo humano en el que exista un individuo que conozca el manejo de ciertos problemas de salud y los transmita a las siguientes generaciones, da lugar a una medicina tradicional que puede enriquecerse a medida que se relaciona con las practicadas por otras comunidades, e inclusive adopta elementos curativos procedentes de sistemas médicos de carácter alópata, para enlazar conocimientos y transmitirlos a sus descendientes por medio de la tradición oral o escrita. De acuerdo con Carlos Viesca Treviño (1988:34), la estructura de la medicina popular es simple, ya que esfumada la personalidad del curandero permanece la evidencia de conocimientos empíricos distribuidos entre los individuos del grupo pero manejados por los más ancianos.

La enfermedad, el análisis de las causas, las terapias, los procesos cognoscitivos, entre otros aspectos, sólo pueden ser analizados dentro de la cosmovisión de cada cultura. La medicina tradicional forma parte de la identidad de una comunidad en particular, en este caso en un contexto rural, y como tal es una representación rural; la identidad es un predicado que tiene una función particular; por medio de él, una cosa u objeto particular, se distingue como tal de su misma especie.

La identidad requiere de un reconicimiento social, para su existencia pública, ya sea colectiva o individual. De acuerdo con Gilberto Giménez (1994), la identidad de un actor social, emerge y se afirma sólo en la confrontación con otras identidades en el proceso de interacción social que implica un encuentro con el otro, además de contradicciones y luchas.

La consideración de que la pertenencia a un grupo o una comunidad implica compartir el complejo simbólico-cultural, que funciona como emblema de los mi smos, nos permite conceptualizar dicho complejo en términos de “representaciones sociales”.

El concepto de representaciones sociales proviene de la escuela europea de ps i cología  soc ial ;  pos ter iormente  fue  recuperada por  Durkheim.  Las representaciones sociales, son definidas como construcciones cognitivas propias del “sentido común”, las cuales pueden ser entendidas como: “conjunto de informaciones”, “creencias”, opiniones y actitudes a propósito de un objeto determinado que contribuyen a la construcción de una realidad común, a un conjunto social; que sirven como marcos de interpretación y percepción de la realidad, además de regular y normar los comportamientos y prácticas de los actores sociales, a partir del grupo al cual pertenezcan.

Las representaciones sociales contribuyen a la elaboración de una identidad social/personal compatible con normas y valores determinados históricamente. Además de esto, los actores sociales se distinguen por atributos considerados como aspectos de su identidad (hábitos, actitudes, imagen del cuerpo, atributos sociales y biológicos, entre otros).

De acuerdo con Gilberto Giménez (1994), las identidades requieren de contextos de interacción estables, constituidos y estructurados en mundos familiares de la vida cotidiana reconocidos por los actores sociales, con fines prác t i cos   con  sus   respec t ivas   representac iones   soc iales   compar t idas (tradiciones culturales, expectativas, esquemas de percepción-interpretaciónevaluación); la función de la identidad es la de mantener a los individuos ubicados en un espacio social congruente con la posición en la escala social. En la identidad se necesita un emisor y un receptor para la interacción, comunicación y reconocimiento del otro.
A partir de la perspectiva de la identidad, los científicos sociales como antropólogos y sociólogos, han podido realizar estudios de tipo regional, de género sobre movimientos sociales, sobre el capitalismo, el impacto de la globalización en comunidades rurales.

El metropolitanismo y la migración campo-ciudad hacia los países industrializados como los Estados Unidos de Norteamérica, han provocado el colapso de la economía rural, que implica la declinación de las culturas étnicas, indígenas, rurales o campesinas, las cuales están perdiendo su peso y significado dentro de la cultura nacional, trayendo como consecuencias una ruptura generacional, quedando dentro de las comunidades viejos, mujeres y niños ya que los jóvenes y adultos hombres emigran tras “el sueño americano”, obligados por su precariedad de vida, así como del núcleo familiar, ya que muchas veces el migrante (padre de familia) ya no regresa porque forma un nuevo hogar, sin mencionar las consecuencias sociales, familiares, psicológicas y económicas, porque muchas veces el dinero que es enviado no es suficiente para mantener a los integrantes de la familia.

Asimismo, la globalización ha perturbado las identidades de los actores sociales, alterando los estilos de vida y modos de consumo tradicionales, inf luenc iados  por   la  reper cus ión  local  de  ideologías   lejanas ,   como  la “descampesinización global del planeta”, la destrucción y agotamiento de los recursos naturales como plantas medicinales, y el aniquilamiento de las culturas campesinas tradicionales asentadas en las áreas rurales.

De acuerdo con el autor Gilberto Giménez (1994) todo esto, afecta también las identidades colectivas, ya que éstas se predican siempre a partir de actores sociales que resultan, en última instancia, de la interiorización distintiva y contrastante de una determinada matriz cultural. Por ejemplo, en el caso de los trabajadores migrantes, que se adaptan exteriormente a las exigencias del trabajo, conservan en su interior su identidad étnica, familiar o religiosa. Con esto, la identidad se define como un “ proceso activo de construcción, mientras que el sentido se define racionalmente como la identificación por parte de un actor social de la finalidad de su acción”. Tanto la identidad como la globalización (que rompe con las percepciones de tiempo y espacio), forman parte de nuestras vidas, como dos tendencias contrarias.

Si  bien  la medi c ina  t radi c ional  es  una  ident idad expresada  como representación social, no escapa de la influencia de la globalización, ya que con los fenómenos de globalización cultural, así como simultáneo el proceso de homogeneización y heteroganeización culturales que desencadenan múltiples procesos que conducen a la relativización de prácticas y cosmovisiones de todo grupo, el conocimiento médico en tanto que construcción cultural es un producto resultante de la convergencia de distintas tradiciones culturales; su inserción en la cotidianidad del pensamiento y prácticas de los distintos grupos que componen la sociedad permite a los médicos ocultar su naturaleza de cosmopolita.

Agua Caliente
Localización

Fundada en 1888, es una de las 20 localidades que forman parte del municipio de Apazapan. Limita con los municipios de Emiliano Zapata, Jalcomulco, Axocuapan y Puente Nacional. Entre las localidades de Apazapan destacan: Agua Caliente, Amelco, Chahuapan, Tigrillos y Cerro Colorado. Está situada a un kilometro del balneario turístico “El Carrizal”; al norte, a 10 kilómetros, está la cabecera municipal Apazapan y, a una distancia de 300 metros, se encuentra el río Pescados.
Actividades económicas: La agricultura es la base de subsistencia de la economía regional, siendo un total de 400 hectáreas para cultivo. Hay personas quienes se dedican a otras actividades como: pesca, planta deshidratadora de frutas, apicultura y comercio.

Servicios básicos: agua, luz, drenaje o fosa, gas o leña como combustible. Educación: Jardín de niños, primaria, telesecundaria, y telebachillerato. Cuentan con una biblioteca en la Casa de la Cultura, y el CADIC:  Centro de Atención para el Desarrollo Infantil y Comunitario, fundado por Vivamos Mejor Veracruz México A.C. y la Fundación Interamericana de Estados Unidos. La religión dominante es la católica, aunque también hay testigos de Jehová. Medio físico y geográfico:  clima: cálido-seco.
Suelo: es calizo en las partes más erosionadas cerca del pueblo y en las laderas desforestadas; el suelo más cultivable se encuentra en la parte plana del ejido el suelo, entre los habitantes es conocido como barrial y el de tierra oscura.

Vegetación: morchete, pitaya, cruceta, quimite, árboles de patanean, ixtle, macoyo, palmito, pocote de algodón, tepehuaje, zacate para el ganado, cobol, flor del día, incluyendo plantas medicinales.
Fauna: conejos, comadrejas, ardillas, coyotes, zorrillo, iguanas, varias especies de serpiente y animales domésticos: patos, gallinas, burros, perros, caballos, gatos, cochinos. Aves: colibrí, tapacaminos, carpinteros, marinero, calandria, tordos, primavera, chachalacas, zopilotes, gavilanes.
Tradiciones: 24 de junio fiesta patronal de San Juan Bautista. Días de muertos. El grito del 15 y desfile del 16 de septiembre, y 20 de noviembre.

Población

 En Agua Caliente la población total es de 445, la población masculina es de 248 y la femenina es de 197.Del total de los habitantes, 404 no tienen derechohabiencia a servicios de salud, y sólo 39 personas son derechohabientes, 31 por parte del IMSS, 8 del ISSSTE, y actualmente algunos cuentan con el servicio de oportunidades.

La salud y la enfermedad en la comunidad de Agua Caliente

Los habitantes de la comunidad de Agua Caliente hacen uso de las plantas medicinales para sanar la enfermedad, pero no me refiero a ese romanticismo de que  recurren a la medicina tradicional por mantener la tradición, sino por el hecho de que son recursos que tienen a su alcance, además de que a nadie escapa que las relaciones que se establecen entre los pueblos distan mucho de tener la equidad esperada, cuando se dan condiciones de dominación económica y cultural de unos grupos sociales sobre otros; por ejemplo, de acuerdo con entrevistas realizadas a varios informantes, dentro de la comunidad no hay servicios de salud por parte de la Secretaría de Salud sino que están aislados de las campañas y para que se aplique una tienen que solicitarla y la única campaña que llega a la comunidad es la de vacunación anual.

Así que, con respecto al paquete básico de salud, y la atención primaria, pláticas sobre nutrición o higiene dental, no hay nada, por lo que ellos se ven en la necesidad de recurrir a la medicina tradicional, lo que a mi manera de ver, y de acuerdo con Gramsci, la medicina tradicional practicada en comunidades y pueblos es un parte contestataria ante la hegemonía de la medicina alópata.

Dentro de las comunidades rurales, la asistencia a la salud es muy importante, por lo que el sistema médico hegemónico, así como los curanderos, o cualquier otro itinerario asistencial, viene asumiendo el papel del conjunto de actos, gestos rituales a los que se somete el paciente que tiene lugar en la familia, en la red social y con los especialistas, tanto legitimados como profanos, que tiene lugar en las instituciones médicas y religiosas, de ahí que se considere la coexistencia de tres modelos: el de la medicina académica, la medicina tradicional y la medicina doméstica.

La medicina es una relación social y una expresión cultural de cada pueblo, zona rural o ciudad. Si bien tiene como sustento universal su relación con la naturaleza, no todas las prácticas son iguales, y es aquí donde entran todas las instituciones médicas reconocidas.

De acuerdo con Laurencia Álvarez (1987:18,19),”viendo a la cultura como un sistema, las nociones de salud y enfermedad están ligadas con varias cuestiones, como pueden ser los valores éticos, morales, religiosos”, por lo que la medicina forma parte esencial de la cultura a la cual pertenece, y es en donde se definen las representaciones sociales, y en donde se definen los papeles de los participantes paciente-curandero. De acuerdo con Rafael Gómez (1992:30), la enfermedad es una “construcción social, generada y refrendada soc ialmente y pautada  cul turalmente  (diagnós t i co y  t ratamiento) ,   la enfermedad es considerada como un desorden o desequilibrio en el cuerpo”. Por lo que la atención es entendida como “la etiología y tratamiento de las enfermedades”.

La enfermedad dentro de la comunidad de Agua Caliente es definida como: algo malo, una gripa, tener flojera, algo que nadie quiere tener, dolor de cabeza, de dientes, de huesos, de oídos, estar desnutridos, no tener dinero, el mal de orín, el mal de ojo, el mal aire, temperatura, el resfriado de la panza, un desajuste orgánico, tener parasitosis, algo que llega de improvisto y que daña, padecer de algo, descontrol en el cuerpo que se manifiesta con un dolor, algo que nos tiene que dar.1

1Datos tomados de la Práctica de Campo II, correspondiente al periodo enero/febrero 2004.


Las limpias por medio de hierbas aparecen tanto en Europa como en el mundo prehispánico, si bien dentro de éste se emplearon para extraer los malos aires, en la primera se encuentra asociadas al concepto de impureza causada por demonios. En Agua Caliente, las prácticas médicas para sanar la enfermedad se encuentran ligadas con la religión, ya que cuando un individuo tiene calentura, dolor de cabeza, padece mal de ojo, causado por un mal aire o por envidia, o para el aire de los niños, su cura consiste en realizar una limpia con romero, ruda, hierba maestra, y un huevo, en nombre de Dios.

La trascendencia del diagnóstico para determinar el origen de la enfermedad, así como el proceso terapeútico de atención, serán determinados de acuerdo con el contexto en el cual se desarrolle; por ejemplo, Marcela Olavarrieta Marenco (1990:208) nos habla acerca de los orígenes y terapeúticas para distintas enfermedades: caída de la mollera, “proveniente del hecho de que la madre retire con demasiada rapidez el pezón de la boca del niño, cuando lo amamanta. El proceso curativo consiste en hacer presión sobre el paladar del infante”.

En la comunidad de Agua Caliente, la caída de la mollera es considerada como un enfriamiento que sufren los bebés y su cura consiste en freír 3 o 4 cochinillas en aceite de almendras y colocárselas en la cabeza a los bebés. Aquí se encuentra presente la denominada dicotomía frío-calor, según Foster (1953:75), ésta tenía como principio la distinción entre la naturaleza fría y la naturaleza caliente de los hombres, las enfermedades, los alimentos, así como los estados patológicos, no como grados de temperatura, sino como personas y cosas que se encuentran ubicados, de manera que el hombre es concebido como un ser en el que el equilibrio es básico para la salud. Esta dicotomía explicaba el origen de la enfermedad de acuerdo con la trasgresión de ciertas leyes, ya que si el individuo consumía muchos alimentos calientes o fríos contraería alguna enfermedad caliente o fría, y su cura consistía combatir el calor con el frío y el frío con el calor.

Mal de ojo: en cuanto a este concepto no hay muchas ideas al respecto; sin embargo, tanto en Europa como en América se considera que el daño puede deberse a una “acción voluntaria” de carácter maléfico o a un suceso accidental, causado por  per sonas  que por   su  condi c ión espec ial  pueden or iginar involuntariamente la enfermedad; tal como se concibe en Los Tuxtla, el mal de ojo puede afectar a personas, animales y a plantas; contra este mal, se utiliza la semilla llamada ojo de venado, o el color rojo.
En Agua Caliente, el mal de ojo significa un enrojecimiento del ojo y su cura consiste en una limpia frotando un huevo sobre el ojo, y  rezando el Padre Nuestro. Después de esto, el huevo se parte y se deposita en un vaso con agua hasta la mitad, y se tira al río o al inodoro. 2

2 Datos tomados de la Práctica de Campo II, correspondiente al periodo enero/febrero 2004.


Para curar el espanto de los niños, las mujeres realizan una limpia con un huevo, y unas ramas de albahaca, a las cuales se les pone loción de siete machos, rezando el padre nuestro, después se parte el huevo y se vacía en un vaso con agua: si sale limpio no tenía nada, pero si el huevo sale feo, el niño tenía espanto.
De acuerdo con Rafael Gómez (1992:251), el ritual es el escenario donde tiene lugar la relación médico-paciente, con el apoyo material, es la instancia preformativa en la que intervienen palabras, gestos, que por el poder del hombre les confiere, desencadenan lo que se quiere conseguir. Las oraciones ponen en contacto lo sagrado con el origen de la eficacia; los animales y los 4 elementos de la naturaleza (tierra, aire, fuego, agua), así como los diversos amuletos u objetos como el huevo, forman parte de este soporte material para la búsqueda de la salud global.

En prácticas asociadas al embarazo y parto, en la época prehispánica, los antiguos mexicanos utilizaban baños con infusiones vegetales, así como el temascal; en la comunidad de Agua Caliente se acostumbra realizar el siguiente baño porque se  considera que la mujer no puede cocinar, porque esta cruda; aquí se encuentra presente la dicotomía frío-calor. Para su recuperación o restablecimiento de la salud se prepara un baño caliente con 10 litros de agua, con 10 flores de berenjena, cinco ramos de romero, 15 hojas de naranja, y seis hojas de hierba de la recaída, ruda, o naranjo agrio. Ya que hirvió, se deja enfriar y cuando está tibia, o lo que se aguante, se bañan las mujeres que se acaban de aliviar.

Después de esto, con unos lienzos, se envuelve a la mujer desde los pies hasta el cuello en un lugar donde no pegue el aire, y se guarda reposo un día, y al siguiente, la mujer puede reincorporarse a sus labores domésticas.

Ejemplos de plantas medicinales utilizadas en la comunidad de Agua Caliente para sanar la enfermedad: Anona: amuleto de protección para los recién operados. Para el empacho se combina con la cáscara de anono, cáscara de moral, cáscara de guasazo, 3 retoños de caballero y tres retoños de chirimoyo.

Como amuleto para evitar la frialdad de los muertos después de asistir a un velorio, se coloca la anona detrás de la puerta para proteger a las personas y a los bebés contra la frialdad del difunto. Árnica para tratar las heridas, se hierve toda la planta y se lava la herida, se utilizan 10 flores o 20 hojas en un litro de agua. Para cicatrizar internamente se toma en té. Bugambilia para combatir la tos y la infección de bronquios se prepara una infusión con: 3 hojas de eucalipto, unas rajas de canela, endulzado con miel.

Para pedir por la salud, algunos habitantes acostumbran orar ante un altar, en él se colocan una veladora color blanca, flores favoritas, imágenes de los santos de devoción, la virgen de Guadalupe y se ora; y es aquí donde la religión y la medicina se unen para la conservación o restablecimiento de la salud y el equilibrio en la salud del individuo.

Las plantas medicinales representan una alternativa natural y barata para sanar la enfermedad: para curarse porque limpian por dentro y no dañan al organismo, porque son menos riesgosas que los medicamentos de patente, por herencia, porque no hay tiempo de ir al doctor y son más fáciles de utilizar y más rápidas para curar el dolor por no haber otra cosa. He aquí el objetivo principal de la investigación: la medicina tradicional como identidad representacional y como una alternativa para aliviar la enfermedad. 3

Relacionado con lo anterior, en Agua Caliente, según datos obtenidos en campo, algunas de las mujeres entrevistadas comentaban que el primer viernes de marzo de cada año se recolectan todas las plantas medicinales y se ponen en aguardiente, ellas tienen la creencia que ha sido heredada de generación en generación de que ese día Dios sale a la tierra, ya que según cuenta la leyenda de la comunidad, Dios tenía dos ángeles, uno bueno y uno malo, y un buen día el segundo lanzó a Dios a la tierra un primer viernes de marzo, y es por eso que los curanderos utilizan ese día para cargarse de energía, ya sea positiva o negativa; además de que en ese día uno puede encontrar lagartijas de dos colas, consideradas de buena suerte.

La atención a la enfermedad, para los habitantes de la comunidad, significa algo que debemos tener hacia nosotros, ir al doctor, o al curandero, tomarse un té o una pastilla, atenderse cuando algo te duela, tomarse las medicinas recetadas o las plantas para curarse, cuidarse para que no te de una enfermedad grave y tengas que ir al hospital.

Aparte de las plantas medicinales, en Agua Caliente, algunos de los habitantes acostumbran utilizar remedios a base de animales para sanar la enfermedad, como es el caso de don Polín Campos, a quien en 1999 le diagnosticaran tuberculosis y, estando desahuciado por parte de los médicos alópatas, recurrió a la ayuda de un curandero, el cual vivía en Perote, quien le recetara el caldo de zopilote.

Debido a esa recomendación don Polín tuvo que comerse nueve zopilotes y bañarse en lo que sobrara del caldo, para recuperar su salud. Actualmente, don Polín se encuentra sano y muy contento, gracias a los zopilotes y a sus oraciones a la virgen de Juquila, la cual lleva siempre en su escapulario.

La medicina y la religión son dos caminos complementarios para la búsqueda de la salud. En religión, creer va unido a la fe, si no hay fe no hay creencias; en la religión con la fe puedes hacer muchas cosas, esto se inscribe dentro de la metafísica. La creencia es un pensamiento que comparte la colectividad. Creer es un proceso de movilización de los objetos, rituales, acciones y remedios que se consideran portadores y mediadores de un poder en la búsqueda de la salud global, que incluye mente, cuerpo y espíritu, en relación con aspectos económicos, psicológicos, biológicos, sociales, culturales, ambientales y familiares. Todo esto ocurre dentro de la cosmovisión y del mundo en el cual están inmersos.

3 Datos tomados de la Práctica de campo II, correspondiente al periodo enero/febrero 2004

Conclusiones:

  1. Valorar y desarrollar la medicina tradicional y sus prácticas. Crear un espacio de información, capacitación etc. y un herbario dentro de la comunidad, o en la casa de la cultura, para fortalecer la medicina tradicional y sus prácticas.
  2. El vínculo que se establece entre la persona encargada del proceso salud/enfermedad/atención, sea curandero o no, es muy importante para la recuperación del enfermo, además del manejo del diagnóstico y tratamiento.
  3. Crear condiciones de apoyo para que los habitantes de Agua Caliente se den cuenta de la importancia de los recursos naturales de la comunidad y se implementen proyectos sustentables. Ya que de acuerdo con los datos obtenidos en la Práctica de Campo II, en el caso de la planta medicinal cola de caballo, utilizada para curar los riñones, la gente antes acostumbraba a sembrarla en macetas, pero poco a poco se fue acabando, de modo que actualmente se encuentra a orillas del río, pero muy poco.
  4. Mejorar el funcionamiento del consultorio rural y promover diversas campañas de medicina preventiva, donde se involucren autoridades municipales, sanitarias y comunitarias.


Referencias

  1.   Alvaréz Riveros, Yadira Inés, 1988, La medicina tradicional como alternativa de la medicina científica en la Ciudad de Xalapa, Veracr uz, (tesis) Universidad Veracruzana, 113 pp.
  2.  Agua Caliente, 1999, Diagnóstico del Pueblo.
  3. Aguirre, Beltrán Gonzalo, 1986, Antropología Médica Ediciones de la Casa Chata CIESAS México D.F. 321 pp.
  4.   Giménez, Gilberto, 1994, Cultura, Identidad y Metropolitanismo Global. Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, México, D.F.
  5.  Hersch Martínez, Paul, 1996, Destino Común: los recolectores y su flora medicinal Colección biblioteca del INAH. México D.F.
  6.  Lozoya, L. Xavier, 1989, La medicina tradicional en la realidad político-social de México D.F. CIENCIAS Revista de Difusión.
  7.  Menéndez, L. Eduardo, 1983,  Hacia una práctica médica alternativa Hegemonía y auto atención (gestión) en la salud CIESAS Cuadernos de la CASA CHATA 86 México.
  8.  Olavarrieta Marenco, Marcela, 1997, Magia en los Tuxtlas, Veracruz.
  9. Tapia Vildósola, Mónica Pamela, 2003-2004, Diario de Campo de: Vinculación a la Comunidad y Práctica de Campo II, en la Comunidad de Agua Caliente Mpio. De Apazapan Ver. Facultad  de Antropología Universidad Veracruzana. Xalapa Veracruz.
  10.  Tapia Vildósola, Mónica Pamela, 2005, Uso y conocimiento de plantas medicinales en la comunidad de Agua Caliente Mpio. De Apazapan Ver. (Informe de Línea de Investigación). Facultad de Antropología Universidad Veracruzana, Xalapa Ver.
  11. Viesca Treviño, Carlos, 1998, El papel de la historia y la antropología en el estudio de las medicinas tradicionales mexicanos. Ediciones el Cayuco Enamorado. Facultad de Antropología Universidad Veracruzana. Xalapa, Ver.